yo tambien quiero ser tan guay como mis amigas
Con la paciencia de un ave de presa y prestando la máxima atención posible, las chicas esperan su turno observando cómo le comen la polla al chico que se ha ofrecido voluntario para adentrarlas en arte de la felación. Están nerviosas porque saben que se juegan mucho, éste año la competencia es dura y parece que ser muy guarra está de moda entre las universitarias, desde puritanas les deseamos mucha suerte en su empeño de ser las más guays de su clase y que no duden en darnos un toque si les faltan vergas para practicar…