¿Y por correrme dentro cuanto cobras?
Más fácil no se lo pudieron poner a esta chica, al menos no tuvieron que hacer gasto en condones puesto que se la follaron a pelo y se corrieron dentro, pero los de la productora fueron a su casa directamente porque se resistía un poco. Su sonrisilla la delataba, estaba deseando vivir esa situación tan morbosa y que le echaran un buen polvo, pero vender el coño no es algo que se haga de un día para otro y hay que pensárselo bien.