Vivir con su amiga representa un reto
Vivir en la misma vivienda con una persona que posee una alta necesidad de relaciones sexuales, aunque sea una buena amistad, presenta ciertas dificultades Cabe destacar que, si bien nosotros no nos opondríamos a la situación, resulta complejo complacer continuamente a alguien que busca tener actividad sexual entre dos y tres veces al día Una vez atraída por alguien, esta persona siempre encontrará un compañero con quien involucrarse, sobre todo si es atractiva como en este caso Sin embargo, tarde o temprano terminará en la misma casa que compartes, solicitando al menos el acto íntimo de despedida cotidianamente Quién sabe, sería interesante experimentar personalmente para determinar si realmente podríamos sobrellevarlo