Un sexshop dueño observa secretamente a sus clientas en secreto
El propietario insaciable de este establecimiento de productos eróticos proporciona a las clientas habituales un espacio privado para que experimenten con los nuevos artículos y luego dejen sus opiniones Aunque ellas son conscientes de que él las observa, y viceversa, en este tipo de negocios el morbo es fundamental Una vez que la simulación ha terminado y el juguete sexual ya no es suficiente, la cliente prueba el producto real bebiendo el semen del encargado, que se ha dejado llevar por completo, directamente de su boca