Tuvo que intercambiar a su esposa por una suma de dinero
Las deudas eran numerosas y no tenía forma de pagarlas A pesar de que su esposa le propuso una idea que al principio no le disgustó, consistente en ofrecer su cuerpo a cambio del dinero que debía, accedió por desesperación La única condición era que ella estuviera presente, lo cual resultó ser una tortura para él Aunque cerraba los ojos para no presenciarlo, el hombre la desvestía como si fuera una desconocida, para luego penetrarla a su lado A pesar de no querer verlo, podía escuchar cada momento Lo peor para él fue que a su esposa le gustó demasiado la experiencia con ese hombre