Tres penes para una mujer rubia

Siempre me habían tildado de ser una adicta al sexo de alto nivel, pero jamás me había sentido ofendida por ello Todos aquellos que afirmaban tal cosa tenían razón, ya que disfrutaba del sexo de manera abierta y sin tapujos Probablemente muchos lo decían por pura envidia, al no comprender que una mujer pudiera ser tan honesta al expresar sus sentimientos y tener relaciones con quien quisiera Así era yo, y como no me importaba la opinión de los demás, seguiría actuando de la misma manera el resto de mi vida Nadie podría arrebatarme los buenos momentos de pasión y placer que había experimentado, y los que aún me quedaban por vivir Esa misma noche estaba lista para disfrutar de una sesión de sexo con cuatro manos No se trataba de un trío, sino que quería ir más allá y experimentar una orgía con tres hombres que me penetraran con fuerza en todos los rincones de mi cuerpo Y cuando digo todos, me refiero a todos Uno me tomaría la boca, otro el coño y el tercero el culo sin piedad Solo de imaginar disfrutar de esa orgía, se me hacía la boca agua Tres hombres solo para mí, dispuestos a brindarme placer exclusivamente Nos encontramos los cuatro en la casa de uno de ellos, y sin perder tiempo, comenzaron a desnudarme entre los tres Uno me arrancó la falda con mordiscos, otro abrió mi blusa y se deleitó entre mis pechos, y el tercero bajó mis bragas y acarició mi suave y dulce entrepierna Todo esto sucedió en un abrir y cerrar de ojos, y me excitaba ver lo rápido que avanzaba todo Sin darme cuenta, me encontré a cuatro patas, complaciendo a uno con sexo oral y siendo penetrada por los otros dos Mientras uno me penetraba bucetamente, el otro se abría paso con fuerza entre mis nalgas, empujando con una intensidad animal para adentrarse hasta el fondo No podía creer lo que estaba viviendo, ya que no es común que una mujer experimente placer en tres lugares al mismo tiempo Cuanto más intensamente me penetraban, más ansias le dedicaba al tercero con mi boca Disfruté de múltiples orgasmos, cada uno más intenso que el anterior Anhelaba el momento en que esos hombres se derramaran dentro de mí, llenándome con su semen Justo en ese instante, el primero de ellos eyaculó en mi boca Pocos segundos después, me llenaron el culo y la buceta con su cálida leche Era una delicia sentirme repleta por esos tres sementales y percibir sus fluidos calientes en mi interior Tragué todo el semen que llegó a mi boca y experimenté un tercer orgasmo buceta con cada embestida entre mis piernas Aquella orgía fue increíble, y ya pensaba en cómo superar esa experiencia sexual a cuatro bandas Tal vez, si en el próximo encuentro lograra convencer a otro hombre para sumar cinco participantes, la situación se tornaría aún más interesante