Tener el pelo en trenzas y practicar sexo oral no son actividades incompatibles
Una mujer con rastas en el pelo ansía complacer a su amiga con un cunnilingus, incluso a pesar de que los cabellos se interpongan en su camino Sin ninguna dificultad, profundiza su lengua y nariz en la deliciosa buceta que desea saborear y succionar Por su parte, la amiga no se queda atrás y demuestra su destreza al devolver el favor Luego, ambas se colocan una encima de la otra, frotando sus clítoris hasta experimentar una sensación placentera evidente en sus expresiones