Su primera experiencia anal fue dolorosa
Su expresión reflejaba el sufrimiento de una intensa penetración anal Aunque le gustaba, el dolor era innegable y apenas podía ocultarlo La cámara capturaba cada gesto de su rostro que revelaba su sufrimiento, llegando casi al punto de las lágrimas A pesar de las señales de incomodidad, el hombre continuaba sin detenerse, penetrando su trasero de manera insistente Finalmente, se corrió parcialmente en su interior y el resto lo dejó en su zona íntima Para la mujer, ese momento marcó el placer al terminar el acto