su padre le busca chicos bien dotados
Esta es la clásica historia de hija consentida y padre consentidor, ella es una caprichosa enfermiza y hasta que no consigue lo que quiere no para de molestar al viejo. A estas alturas el pobre hombre ya no puede hacer nada para revertir la situación, son muchos años concediéndole deseos y se ha convertido en una rutina de la que no puede ni quiere salir. Ahora le ha dado a la muy zorra por pedirle que le busque a chicos para follar y por supuesto no se conformará con cualquier cosa, no, las pollas tienen que ser como brazos…