Shona River no puede resistirse a la polla de Mandingo
Su preciosa amante lesbiana le acababa de hacer una de las mejores comidas de coño de su vida, pero en cuanto Mandingo vino de visita, esta zorra no pudo resistirse a la tentación de probar su legendaria verga negra. Shona River se metió con tantas ganas esa polla en la boca que casi se atragantó, no podía meterse tanto rabo así de golpe sin un previo entrenamiento, y así y todo le hizo una esmerada chupada que puso a Mandingo como una moto. Y es que el tío tenía muchas ganas de hacer alarde de pene con esa bollera blanca y cerda que parecía que fuese la primera polla que fuese a probar en su vida (aunque no era así, como estaba a punto de comprobar).