Sé exactamente lo que requieres, un miembro viril adecuado
La mujer afirmaba estar enferma y solicitó la presencia del médico de guardia Estaba acostada en la cama, con fiebre, malestar y sin ánimos para nada Sin embargo, todo cambió al ver al experimentado médico Su confianza en él era absoluta, tanto que estaba dispuesta a seguir todas sus indicaciones Tras un breve examen, el hombre notó lo atractiva que era esa mujer, no podía dejarla ir Con seriedad y autoridad, le sugirió que lo que realmente necesitaba era placer Solo al imaginarlo, ella se sintió mejor, por lo que quizás tenía razón Rápidamente la desnudó y disfrutó de sus senos grandes y firmes Luego la estimuló y la complació oralmente Tras los juegos previos, el doctor comenzó el tratamiento, penetrándola con intensidad La mujer no se quedaba atrás Al final, le brindó su “medicamento” en el rostro, demostrando que esa terapia no necesitaba prescripción