se acabaron las tonterias entre mi profesora y yo
Llega un momento en el que alguien tiene que poner un poco de orden y cordura cuando se da una situación muy tensa continuadamente, es inevitable que en un momento un otro la cosa estalle por algún lado y por eso es mejor pararlo a tiempo que seguir aguantando. Os preguntaréis que a qué me estoy refiriendo y no es ni más ni menos que a las continuas provocaciones que se daban por parte de esta profesora hacia su alumno; miradas lascivas, faldas muy cortas que dejaban entrever sus braguitas blancas cuando se sentaba frente a él en su mesa, tocamientos fuera de lugar, camisas ajustadas que marcaban sus pezones endurecidos por la excitación… Pues por todo esto y más el chico tuvo que ponerse serio y como se suele decir coger el toro por los cuernos, la miró fijamente a los ojos y le preguntó: ¿qué hacemos?…