rostros juveniles que hablan por sí solos
Este hombre tenía algo especial en su pene, tanto así que las dos mujeres que lo probaron tuvieron que suplicarle que parara de penetrarlas No era porque les doliera, sino porque habían tenido tantos orgasmos que no podían más Después de un intenso juego lésbico, la mujer gordita experimentó orgasmos tan intensos que era como poesía en su rostro Lo mismo pasó con la amiga zorra, y si los ojos son el reflejo del alma, estas dos mujeres aquel día alcanzaron el éxtasis