Propuesta indecente a dos desconocidas en la playa
Pero la culpa es de ellas por aceptar nuestra propuesta encantadas, que conste. Les dijimos que si nos conseguían interceptar el balón, le pagábamos una cena a todo lujo por la noche y si eran ellas las que perdían la apuesta, se vendrían con nosotros al apartamentos que teníamos alquilado para estas vacaciones y follar con nosotros.