Pretendía darle una lección a su hija, pero se puso cachonda
Su padre era un hombre bastante rígido y estricto, el cual constantemente imponía sus normas a su joven hija. En caso de no cumplirlas ella sabía que se exponía a un castigo, pero lo hacía demasiado a menudo puesto que esos supuestos castigos hacían que se pusiera cachonda. Y es que lo cierto es que a muchas jovencitas les gustan unos buenos azotes en el culo, aunque la mano que se los de sea la de su propio padre. Mientras él la azotaba ella sonreía de satisfacción y placer. Más tarde y mientras ella se duchaba el hombre volvió a acudir, sin duda a él también le excitaba todo aquello. Verla desnuda hizo que su polla se pusiera dura al instante. Por eso tal vez al decirle que saliera de la ducha comenzó a tocar su coño ante la pasividad de la jovencita. Poco después le estaba chupando la polla mientras ambos estaban desnudos, y al rato la estaba penetrando en el mismo cuarto de baño. Su coño peludo y esas pequeñas tetas pondría cachondo a cualquiera, pero esta vez era su propio padre el que estaba disfrutando de esos bonitos atributos femeninos.