Por favor, padre, no me lastimes
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La hija se encontraba autosatisfaciéndose en su habitación, un acto común entre las adolescentes. Sin embargo, la situación se volvió sorprendente cuando su padre, después de observarla clandestinamente por un tiempo, ingresó al lugar con evidente excitación sexual, acercándose hacia la joven. A pesar de su sorpresa inicial, ella se encontraba tan ardiente que visualizar la erección de su querido padre la excitó aún más. A pesar de que le pidió educadamente que no la penetrara, ella continuó con sus estímulos. El hombre respetó su solicitud y optó por masturbarse sobre ella mientras ella seguía estimulándose. Hubo un breve instante de debilidad cuando intentó la penetración, pero logró controlarse y finalmente solo rozó su miembro junto a su buceta. Eventualmente eyaculó sobre ella, y esa sensación de la cálida leche impactando en su piel la estimuló tanto que experimentó uno de los orgasmos más intensos de su vida.***