Por favor, no penetres mi trasero, ¡déjalo con cuidado!
Eran dos extraños completos que habían estado comunicándose a través de una popular plataforma de contactos en línea Hoy era el día en que finalmente se encontrarían en persona, especialmente significativo ya que ambos eran divorciados y practicaban el sexo liberal y sin compromisos Ella había revelado algunos aspectos de su personalidad y preferencias sexuales, pero nada comparable con lo que finalmente demostró ser en realidad Resultó ser una mujer argentina aficionada al sexo anal, y no estaba dispuesta a permitirle penetrarla de esa manera tan fácilmente; quería que le causara dolor y le rompiera el trasero