papa, vuelve a casa, te echamos de menos
¿Cuantas veces habremos pensado en coger la mochila e irnos al culo del mundo para que nos dejen en paz de una puta vez?, yo muchas amigos, muchas, pero al final siempre hay algo que nos frena porque si no son los hijos, es tu mujer, y si no, el maldito trabajo. El mismo día en que se jubiló, este hombre decidió romper con todo durante una larga temporada después de tantos años de sufrimiento, su mujer y su hija eran unas alcahuetas y últimamente la convivencia con ellas se había hecho insoportable. Cual no fue la sorpresa del abuelo cuando de repente y mientras estaba tan tranquilo en su tienda de campaña comiéndose una sabrosa pieza de fruta, apareció su hija pidiéndole que volviera, que estaba dispuesta a hacer cualquier cosa y que tenía algo para él mucho más sabroso que aquel melocotón…