Padre, debo admitir que he cometido errores
A los 18 años, Ainara ya era consciente de ser considerada una pecadora, sin embargo, no se quedaba atrás Esta joven española despertaba un gran morbo en los hombres, incluso su confesor no resistió y excitado, se puso de pie, mostrándole su miembro para que hiciese con él lo mismo que con muchos otros Al final, un pecado más le resultaba insignificante Ainara accedió, y al ver su pene, empezó a practicar sexo oral sin dirigirle siquiera una mirada Finalmente, ambos se desnudaron y pasaron al interior del confesionario, donde él empezó a tener relaciones sexuales con ella hasta eyacular en su rostro de pecadora