Noches de desenfreno y ardor
Habíamos comenzado recientemente nuestra relación y en aquel periodo experimentábamos el sexo de forma intensa y completamente nueva para los dos Estábamos explorando nuestros cuerpos, disfrutando mutuamente y descubriendo la forma de disfrutar del sexo de manera más placentera para ambos Nos cautivaba descubrir juntos nuestras zonas erógenas y enseñárnoslas para que fueran estimuladas apropiadamente Nuestros cuerpos desnudos parecían un mapa en el cual marcábamos mentalmente esos puntos que al ser tocados, conseguían sacar gemidos de placer de la otra persona Se asemejaba a vivir un sueño erótico en el que deseábamos quedarnos indefinidamente, sin volver a la realidad Esa noche estábamos solos en casa, lo que nos permitió disfrutar del sexo a nuestro antojo No teníamos que dar explicaciones a nadie, así que creamos un ambiente erótico y sensual Colocamos velas encendidas por todo el cuarto, apagamos las luces y permitimos que la suave iluminación resaltara nuestros cuerpos desnudos en la medida justa Suficiente para mostrar, pero lo necesario para dejar algo a la imaginación Mis pechos se veían más prominentes de lo usual, y tus músculos se destacaban aún más, generando un ambiente de morbo ideal para ambos Nos dirigimos directamente a la cama y comenzamos a besarnos con una pasión desenfrenada Nuestros labios y lenguas se fusionaban constantemente, compartiendo saliva y sintiendo la humedad en la boca del otro Era exquisito percibir cómo nuestros sexos se anhelaban mutuamente No pudimos resistirnos y comenzaste a rozar tu miembro contra mi buceta Empujabas tu pene duro y erecto con toda tu fuerza para que sintiera toda tu virilidad en lo más profundo de mí Poco después, ya me penetrabas con un ardor desenfrenado, mientras yo mantenía mis piernas abiertas para acogerte por completo Notaba tu miembro entrar y salir constantemente, percibiendo todo su calor Era una sensación extraordinaria, como tocar el cielo en la tierra Empezamos a sudar debido a nuestra excitación y al fuego interno que nos consumía, propiciado también por las velas que nos iluminaban en ese acto sexual La transpiración nos incitaba aún más, facilitando el deslizamiento de nuestras pieles al entrar en contacto Estábamos increíblemente excitados, por lo que me confesaste al oído que pronto acabarías dentro de mí Efectivamente, en pocos segundos me colmaste por completo con tu calor primordial Experimentaste un orgasmo intenso que provocó que parte de tu semen se deslizara por mi buceta y se escurriera por mis labios Aprovechaste tu propio néctar para lubricarme más y estimularme hasta alcanzar el éxtasis Siempre has sido considerado de esa forma, deseando que ambos alcanzáramos el placer máximo en todo momento Esto me excitó aún más, llevándome a explotar en una ola de placer que incluso me hizo experimentar algo de flujo buceta, algo que raramente consigo Sin duda, esa ocasión lo merecía