No sabes lo guapa que eres…
Piropear a una jovencita es la estrategia más utilizada por cualquier hombre maduro que tiene intención de follársela. Ella era una comercial, apareció en su casa por sorpresa y nada más verla se la puso dura. Esa jovencita era realmente guapa, y además parecía morbosa. Le mostró interés en lo que le vendía y le dijo que pasara, por lo que se sentaron en el sofá. Pero una vez allí él se aproximó mucho a la chica hasta que comenzó a tocarla. Poco después tonteaba con ella hasta que la besó en una mejilla, a ella le gustó aunque parecía algo tímida. Pero la chica se había puesto caliente, se echó hacia atrás en el sofá y él hizo el resto tocándole su coño y viendo sus pequeñas tetas mientras le decía lo guapa que era. Ella más tarde se abría de piernas y él se comía su coño mientras gozaba hasta que la penetró. Se la folló en el mismo sofá y a pelo por supuesto. Se corrió en su boca y luego ella, con toda su corrida, le preguntó si de verdad estaba interesado en lo que vendía.