No hay por qué temer, mi hija no despertará
El anciano tenía muy claro lo que deseaba, y no era otra cosa que tener relaciones sexuales con la amiga de su hija Esa noche se quedaría a dormir en su habitación, aguardó con paciencia a que ambas se durmieran, y desde la puerta las observaba con su miembro en la mano Un tiempo después ingresó al cuarto, se situó al lado de la amiga y se masturbó a su lado mientras la miraba hasta que se despertó y lo descubrió Se sintió algo asustada, pero el hombre le indicó que guardara silencio, asegurándole que su hija no despertaría Esto la excitó, terminó desnuda y el hombre logró cumplir su fantasía de tener relaciones con esa atractiva jovencita