Mujer asiática dispuesta para tener intimidad
Pasaste toda la tarde insinuándote y lanzando indirectas para que termináramos en la cama juntos Era evidente tu atracción hacia mí, lo cual era recíproco Me fascinaba tu pequeño pero bien formado busto, tus rasgos asiáticos, tu sensualidad y tus insinuaciones que me excitaban muchísimo Me tenías muy cachondo y sabías el efecto que causabas en mí desde el principio Por eso, cuando te acercaste para proponerme pasar la noche juntos, acepté de inmediato Me sugeriste ir a tu habitación y llegamos rápidamente Dadas nuestras ansias, era comprensible que actuáramos con premura para entregarnos a la pasión Ansiaba experimentar tus habilidades amatorias orientales Tenías fama de ser muy apasionada y deseaba comprobarlo personalmente Rápidamente empezaste a desnudarme mientras yo acariciaba tu cuerpo con atención especial a tu pecho, el cual era irresistible Tu excitantes pezones rosados parecían llamarme y pedir mis labios, así que me dejé llevar y te los besé con devoción Desnudos por completo, te recostaste sobre mí en la cama Abriendo las piernas, me permitiste penetrarte con intensidad Tu sensual cuerpo estaba listo para la acción más salvaje Desde abajo, movía mi cintura para ofrecerte un disfrute profundo Mis manos en tu cintura lograban un ritmo que nos causaba placer ilimitado Tu estrecha intimidad rodeaba mi erección, brindándonos un encuentro inolvidable Luego, te acomodaste sobre mí y nos besamos con pasión Nuestros besos eran fogosos, demostrando la entrega absoluta Ardiendo de pasión, nos fusionamos en un solo ser debido al sudor de nuestros cuerpos Al borde del éxtasis, explotamos juntos en un placer indescriptible Entre gemidos y movimientos apasionados, cada penetración era una suma de intenso goce Abrazados, permanecimos un tiempo compartiendo calor y sintiendo la piel del otro