Melody Cheeks, la dominatrix, ejerce su autoridad castigando el pene y los testículos
Melody Cheeks disfruta vistiéndose como una dominatrix y sujetando las partes privadas de su esclavo sexual en una especie de camilla de torturas vertical mientras le realiza estimulación manual La particularidad de sus caricias radica en su malicia, ya que se divierte manteniendo a su esclavo al borde del éxtasis sin permitirle alcanzar el orgasmo, dando algún que otro golpe en sus genitales para aumentar su excitación y riéndose de su descontrolado placer y del tormento que supone prolongar esa situación durante un buen rato