¿Me vas a llevar ya a tu casa o que?
Imagínate ir paseando y encontrarte sola a una jovencita con dos tetas enormes. Sentarte a su lado y que segundos después se saque esas dos tetorras para mostrártelas. Eso fue lo que le sucedió a este hombre. Tras ver a aquella jovencita no pudo contenerse y se sentó a su lado. Comenzó a hablar con ella pero sin dejar de mirarle las tetas, cosa que ella se percató rápidamente. Tras insinuarle que tenía dos buenas tetas ella se las sacó sin más para enseñárselas, ante la cara de sorpresa del maduro. Poco después lo tenía comiéndose y lamiendo sus pechos mientras ella sonreía. La pregunta para la joven era más que obvia, ¿Pensaba ese maduro llevársela a su casa?. No es que le importase el sexo en público, pero para estar follando en la calle mejor hacerlo en una cama. El tío se la llevó a su picadero particular, pues estaba casado. No fueron a la cama pues no había, pero si tenía un sofá en el que solía follarse a todas las zorras con las que se cruzaba. Así fue como estos dos desconocidos acabaron teniendo sexo, eso si, el tío por supuesto se corrió en sus tetazas.