Madrastra pervertida y culona quiere que la penetre
Tengo a una madrastra pervertida que le gusta el sexo como a nadie. Desde el momento en que la vi, supe que me la iba a coger, papá y yo tenemos casi los mismos gustos. Nos gustan siempre las mismas mujeres, espero no se moleste si compartimos. Una culona nunca puede perdonarse, no podría dejar de cogérmela por nada, ni por error. Es una mujer que conocí por deseo, me ilusioné por naturaleza y me la cogí por instinto. No podía resistirme a grabarla mientras me preparaba algo de comer, también llevaba una vestimenta muy puta, ¿acaso soy el culpable? pues no. Cuando una mujer te obliga a estarla observando de manera pervertida no queda más que seguirle la corriente, es ella la culpable y uno es la víctima, hombre. Seducción de la cocina con la madrastra pervertida Con ese enorme culo se posicionaba mi pene entre sus nalgas como si se tratara de un sueño, es que, cuando es culona realmente ataca la tentación de querer hacerle sexo anal. Ella llevaba puesto un hilacho como para quitárselo con los dientes y hacerle sexo oral, ahogándose entre ese magnífico par de nalgas mientras le obsequias un buen beso negro que le haga gemir tan alto como pueda. Demostrándome así su debilidad y entrega en el acto sexual, motivándome así para ofrecerle auténtico placer penetrándola profundamente. Así fue como le penetré, profunda y lentamente para hacerle sentir mi presencia en su interior, pero no puedo negar que lo que más me gustó de ella fue la forma en como se movía. Es decir, posaba su enorme culo sobre mi pene como si le encantara siendo adicta al mismo. Se notaba que lo estaba disfrutando pues, su movimiento era intenso y sensual en busca de producirme un buen orgasmo, esta madrastra pervertida.