lo que nunca quieres que pase con tu madrastra
Que caiga alguna pajilla que otra pensando en la mujer de tu padre (tu madrastra) no es algo tan descabellado y hasta cierto punto es sano, pero de eso a tirártela hay un abismo y normalmente es lo último que desearías que pasara principalmente para no hacerle daño a tu padre. En este caso y después de poneros en situación podréis justificar a este joven, os cuento; cuando entró a la cocina para hacerse un café se percató de que a su madrastra se le había quedado una mano enganchada en el fregadero, la madurita estaba de espaldas y llevaba unas mallas blancas que le marcaban un culito duro y redondo perfecto para darle un soberbio manotazo. El chico se ofreció a echarle una mano y el resto hay que verlo para que os deis cuenta de lo fácil que es liarse…