Le compensé con intimidad al mensajero.
Una mujer que solicita juguetes sexuales y otros productos relacionados con la sexualidad no puede considerarse una persona muy virtuosa Esta joven de origen latino tiene una estrategia muy bien elaborada, ya que raras veces paga por los artículos que le entregan los repartidores, prefiriendo utilizar su cuerpo como forma de pago El último repartidor que visitó su domicilio se sorprendió al ver cómo la chica le pidió que dejara todo sobre una mesa y luego sacó un consolador y otros productos sexuales Era evidente que se trataba de una insinuación muy clara, y cuando la chica empezó a inventar excusas para no pagar, no quedó ninguna duda de que ese día recibiría su pago en especie