La princesa estaba empapada
No hay nada más emocionante que acariciar la entrepierna de una chica joven y sentirla muy húmeda Él solía llamarla su princesa, era una joven de 19 años muy ardiente, toda una provocadora Por otro lado, él era un hombre maduro que tuvo la fortuna de encontrarse con esa traviesa, manteniendo relaciones casi a diario con ella Mientras le practicaba sexo oral, ella gemía como una fiera, luego exploró su entrepierna, la cual estaba muy lubricada Introdujo sus dedos y pudo percibir su calor, poco después fue su miembro lo que la penetró Ella disfrutaba, como a todas las chicas jóvenes, le excitaba que un hombre mayor la poseyera Finalmente, eyaculó en su rostro de princesa, ella sonreía muy complacida