La madurita quería mi polla, y se la di
Estaba todo preparado y yo bastante nervioso por el hecho de tener sexo con una mujer como ella. Se trataba de una madurita que ya estaba acostumbrada a que la grabasen, y además bastante experimentada por lo visto, pero tenía una debilidad: le encantaban los jovencitos como yo. Así que una vez lista aparecí yo en escena, pude comprobar en primera persona como la cerda estaba super cachonda, no hacía más que mirarme el paquete hasta que finalmente consiguió sacarme la polla. Los nervios desaparecieron al instante, estaba claro que esa cuarentona quería mi polla y yo iba a dársela. Primero me hizo una mamada impresionante y yo hice grandes esfuerzos para no eyacular en su boca, quería probar su coñito maduro. Ella estaba ya completamente desnuda y se la metí en su vagina, joder, menudo coñazo tenía la puta. Estuve dándole sin ni tan siquiera prestar atención a la cámara que me grababa, hasta que al final se la metí en la boca y pude sentir como toda mi leche salía disparada como si de misiles se tratase, menuda corrida facial le pegué.