la hermanita de los pezones blancos
Para el tío que comete incesto con su propia hermana siempre habrá una justificación para follársela, si no es porque le encanta ver cómo se cambia de braguitas es porque tiene una sonrisa preciosa, y si no, porque tiene unos ojos que hipnotizan, el caso es que siempre habrá algo que encienda la llama incestuosa de una u otra forma. La peculiaridad de esta Rusa son sin duda alguna sus pezones de color blanco, ya me imagino la cara que se le quedaría al tipo al ver aquello y es que a los hombres nos atrae todo lo exótico y lo que se salga de lo cotidiano. Creo que me quedaré con las ganas de saber qué sabor tienen unos pezoncillos blancos porque encontrar unos es como encontrar una aguja en un pajar, pero ya me doy con un canto en los dientes al ver gozar a esta perra mientras sus gordas tetas se mueven como flanes mientras recibe una gran dosis de polla a manos del guarro de su hermanito.