la divorciada se canso de ser una cornuda
¡¡¡Se acabó¡¡¡, nunca más ésta señora va a volver a sufrir por un tío y, aunque sigue teniendo relaciones con otros hombres, su compañero inseparable es un consolata gigante que seguro solo le traerá grandes satisfacciones, corridas por doquier y máxima fidelidad. La vida está para vivirla y no hay mejor ejemplo que ver a una cincuentona con esa cara de satisfacción con culo y coño corridos y dilatados a full.