Hija, prometo que solo voy a tocarte un poco
La chica estaba en el sofá leyendo cuando acudió el pervertido degenerado de su padre y se sentó a su lado. Puede que eso parezca normal en una familia, pero lo que no es tan corriente es que poco después comenzase a tocarla. La jovencita se quedó sorprendida por lo que hacía, se notaba que el viejo estaba muy cachondo, pero ella al fin y al cabo era su hija, no pensaba que se atreviese a más. Sin embargo poco a poco iba yendo más lejos, de unas caricias pasó a sacarle sus dos grandes tetas y hasta lamerlas. Mientras tanto la muchacha no hacía nada, solo se quedó quieta esperando a ver hasta donde llegaba. Cuando ella le preguntó que estaba haciendo él solo respondió que solo quería tocarla un poco. Desde el divorcio el hombre anda cachondo perdido y no encuentra agujero donde meterla, tener a una chica joven en su casa era demasiada tentación para él, aunque hacer eso implicase caer en el pecado del incesto. En cuanto metió su mano por debajo de sus bragas la chica se retorció, en realidad su coño estaba muy mojado a esas alturas y el hombre se dio cuenta de ello. La desnudó completamente y se sacó la polla, estaba claro que la cosa no quedaría solo en unos tocamientos, la penetración era inminente. Al rato se la estaba follando en el sofá mientras ella disfrutaba de su rabo. Al final se corrió en la boca abierta de la chica.