haciendo bonito lo desagradable
A simple vista parece que es muy sencillo hacer todas éstas cosas delante de una cámara y que la gente se masturbe viendo semejantes cochinadas, pero el arte de convertir algo que en principio podría resultar desagradable en algo apetecible solo lo consiguen unas pocas, como por ejemplo, esta pedazo de guarra capaz de llevarse a la boca una bola de cristal que previamente se ha metido en el culo y degustar el sabor a mierda impregnado en ella como si fuera un caramelo. Qué quieres que te diga, lo que no mata engorda y con el cuerpazo que tiene ésta viciosa algo deben tener las entrañas humanas que nos sienta de maravilla.