expandiendo las piernas de mi asistente personal
La nueva secretaria ha tardado mucho en ceder a los avances del jefe, pero hasta ahora, ninguna empleada ha podido resistirse a sus encantos. Aunque ella parecía reservada y mencionaba constantemente a su novio, solo es cuestión de tiempo para que succumba. Un gesto amable, unas palabras elogiosas y un buen entendimiento son suficientes para conquistar a cualquier mujer. El jefe se ha sorprendido gratamente al verla tan entregada, mostrando que las apariencias pueden ser engañosas. Lo curioso es que, mientras ella disfruta del encuentro íntimo con el empresario, él habla por teléfono con su esposa, demostrando estar acostumbrado a estas situaciones. ¿No es así?