Engañé a la hermana de mi esposo con una fruta tropical
Mi cuñada suele ser muy reservada y poco expresiva con mi hermano, pero conmigo es todo lo contrario, mostrando un lado juguetón y sensual que disfruta participando en juegos eróticos. Recientemente, me confesó su gusto por los plátanos, insinuando sus intenciones. Así que se me ocurrió una idea divertida: vendarle los ojos y hacerla probar dos tipos de plátanos, uno real y otro artificial, para ver si era capaz de identificar cuál era el más auténtico. ¿Adivinas cuál prefirió al final?