Enfrenta una derrota en una partida de póker y compensa con actividad íntima
En cualquier circunstancia es válido buscar intimidad, sin importar lo absurda que pueda ser la excusa Una táctica común es jugar una partida de póker y acordar que el perdedor debe tener relaciones sexuales con el otro Lo interesante de este juego es que, gane quien gane, la noche terminará en pasión, ya que ambos deben cumplir con la apuesta Desde el principio, esta joven colombiana de 19 años sabía que perdería en el póker, sobre todo porque no tenía experiencia en el juego Sin embargo, es más aceptable sugerir una partida de cartas en lugar de proponer relaciones íntimas directamente, por lo que cualquier justificación es válida en estos casos