El negro era bajito, pero la sorprendió con un pollón enorme
Esta madurita madre de dos hijos jamás se podía imaginar que aquél hombre negro tan bajito pudiera sorprenderla con una polla enorme. Ya sabía como muchos otros que los negros son más bien pollones, algunos tienen rabos largos, otros muy gruesos y los más afortunados (o no) ambas cosas. Puestos el uno junto al otro el tío llegaba a los hombros de esta potente milf, pero sabía que tenía un buen as bajo la bragueta que compensaría la diferencia de altura. Se sacó la polla y la mujer se echó las manos a la cabeza, ya no por lo largo que era su pene, sino más bien por tener una verga tan negra. Meterse ese rabo dentro sería como volver a parir. Empezó a mamársela para comprobar sus dimensiones, pero no podía pasar de la punta, era demasiado gruesa. Poco después se echó en el sofá, se abrió de piernas y el tío la penetró. Fue entonces cuando entendió porqué tantas mujeres viven obsesionadas con follar con negros, parecía que la estuviera reventando pero le encantaba. Al final se la folló con la madurita de espaldas hasta que el tío se corrió. La mujer se quedó echaba en el sofá sin moverse, parecía que le hubiera pasado un tren por encima, ese tío la había destrozado.