Eeeeeeehhhhhh!!!
La verdad es que en cierto modo envidio a la gente que vive en el desierto porque aunque la tecnología ha llegado hasta allí, está claro que viven mucho más tranquilos y sin el estrés de la gran ciudad. Fijaos lo bien que se lo pasan con una simple cabrilla, anda que no les va a dar juego…