¿Disfrutas de mi miembro, querida?
La joven estudiante desconocía lo que le deparaba esa jornada, sin embargo, experimentó un placer sin precedentes Aquel hombre maduro planeaba poseerla con intensidad, no tardó en introducirse en su buceta mientras escuchaba sus gritos y gemidos La volteó para mirarla a los ojos mientras la penetraba y se cuestionaba si disfrutaba de su miembro, aunque era evidente que así era La joven no necesitaba articular palabra, nunca había sentido tanto placer Pero lo más excitante para ella fue cuando la penetró analmente, en ese momento se movía sobre él para que la embestida destrozara su esfínter, experimentando un placer auténtico