dije que me gustaria ser madre, no que me preñaras
Es oir la palabras «ser madre» y sale el macho que llevamos dentro, la bestia a la que se le quedan los ojos en blanco cual tiburón en pleno ataque y arremetemos contra un coño para imponer nuestros genes en forma de corridón interno. La novia de éste tipo tan solo le comentó que en un futuro le encantaría ser mamá con toda la ingenuidad y naturalidad del mundo, es más, ni siquiera tenía depilado el chocho para la ocasión y el cerdo ha cogido su cámara, la ha abierto de piernas y se ha descargado brutalmente.