Deja esa mierda y vamos a follar
Su esposa estaba planchando la ropa como muchas otras amas de casa hacen, pero él no estaba dispuesto a dejarla tranquila. Tenía ganas de follar y no hacía más que insistirle a su mujer. Ella se reía y le decía que se apartase, estaba juguetona pero no tenía tiempo para sexo. Sin embargo y viendo lo caliente que estaba su esposo finalmente accedió. Comenzó a desnudarse y fue directamente a comerle la polla. Otras veces se habría conformado con una mamada, pero en esta ocasión necesitaba más. Él se comió sus flácidas tetas de madura, en realidad le ponían muy cachondo. Al final de los juegos previos los dos fueron al suelo, y allí sobre la moqueta follaron hasta que finalmente él pudo descargar todo su semen sobre su esposa.