Decidió separarse de su esposo y ofreció servicios sexuales
Puede parecer increíble que esta mujer madura y curvilínea haya sido ignorada por su esposo y haya pasado meses (o incluso años) sin mantener relaciones íntimas. Afortunadamente, ella finalmente ha tomado una postura firme y ha dicho: ¡basta!. Ahora queda claro lo acertado que es el refrán tejido sobre “lo que no se coman los gusanos, se lo comen los humanos”. El hombre que la conquistó no se la comió en ese sentido, pero estuvo a punto, ya que con tanta carne y esas tetas, cualquiera la aderezaría con salsa y se la comería de un solo bocado.**