¿De verdad este es tu pene?
No podía creerlo, pensó que sería su brazo, pero era su pene La mujer era masajista, por lo que puedes imaginar su sorpresa al ver cómo se levantaba la toalla que había colocado sobre él, parecía un gran tentempié No podía dejarlo pasar, necesitaba ver esa magnífica obra de carne más grande que su brazo En cuanto lo vio, comenzó a masturbarlo y se lo metió en la boca, apenas le cabía Utilizó sus pechos grandes para una cubana, disfrutando al máximo Después, sintió el calor de ese pedazo de carne en su interior, el hombre negro la estaba follando muy bien