Cuando tu hija se convierte en la putilla de la clase
Que un día suene el teléfono y que sea el profesor de tu hija de 18 años que le da clases en la universidad diciendo que no puede con ella y que se ha convertido básicamente en la putilla de la clase, no debe ser plato de buen gusto para ningún padre y lo peor de todo es que no podrás hacer prácticamente nada porque deje de ser una zorra. Cuando a una chica le pica el chochete y le coge el gusto al folleteo estás que le vas a decir: «hija, lo que haces está muy mal y tienes que buscarte un novio que te quiera en lugar de ir manteniendo relaciones sexuales por ahí con un montón de chicos». Como máximo la única reacción que puedes causar con suerte en ella es que se parta el culo en tu cara…