corrida extrema cuando se siente humillada
Son tan espesas las corridas de ésta masoquista extrema que las gotas a cámara lenta parecen bolas gordas de plata, que pasada y qué placer. Ser humillada y amordazada por varios hombres la pone a cien y seguro que hay más de una puritana por ahí escondita también adicta a estas prácticas. Yo me apunto pero ya, ¿y vosotros?…