Conseguir la consideración del rector
Me he reído mucho viendo a este anciano pervertido, amigos, definitivamente van a disfrutar con él porque interpreta perfectamente al típico cerdo de sesenta años que solo se maneja con sexo extraño, un depravado que se abre de piernas para que las jóvenes universitarias laman sus lenguas dentro de su trasero mientras lo masturban a toda velocidad La estudiante solo buscaba obtener su firma para poder irse de erasmus por un año, pero después de presenciar cómo el asqueroso usaba su pasaporte para masturbarse en el baño en un par de ocasiones, se armó de valor y tuvo que hacer ella misma el trabajo sucio para poner fin de una vez por todas al asunto