Come esa zorra
Cuando regresó a casa aquel día, su compañera de piso notó un cambio en el chico Inmediatamente percibió su excitación, especialmente cuando la arrojó sobre la cama Era evidente que se deseaban mutuamente y él lo sabía, aunque la sorprendió de tal manera que al sentir su miembro en su rostro no supo cómo reaccionar Solo conseguía oírlo pedirle que lo complaciera, algo que ella ansiosamente hizo, ansiaba su presencia más que cualquier otra cosa En poco tiempo, ella estaba tan arrebatada que no paraba de felarlo, se despojó de toda su vestimenta y se colocó sobre él para ser penetrada La tuvo tan ardiente que no dejó de satisfacerla, culminando cuando finalmente se vació sobre su rostro Claramente, en todo momento la relación sexual fue consensuada