Casi parten la mesa durante una relación anal
Afortunadamente, las patas de esa mesa estaban reforzadas, de lo contrario habría quedado destrozada después del intenso encuentro que tuvieron sobre ella Las mesas ofrecen diversas posibilidades para la intimidad y permiten experimentar diferentes posturas, aunque no siempre sea evidente Algunas de las más comunes son la clásica postura del misionero, con ella acostada y él penetrándola, o bien con ella sentada y él penetrándola estando totalmente incorporada En este caso, la diferencia y lo más excitante fue que él optó por cambiar de “agujero” y la penetró analmente con gran facilidad mientras ella se entregaba abriendo las piernas con entusiasmo