Actividad sexual en el ámbito laboral
Cuando nos quedamos solos en el despacho, Jorge se acercó a mis pechos con una expresión lujuriosa en los ojos Íbamos a jefa y secretario, sin embargo, manteníamos una estrecha relación basada en años de colaboración Desde hace algún tiempo, nuestra intimidad también se mezclaba con la sexual, aprovechando la oportunidad para tener sexo en la privacidad del despacho Él acariciaba mis tetas por encima de la blusa, disfrutando de su olor y calor Después de desabrochar mi blusa, se deleitaba con la vista de mis tetas al descubierto Abrí su bragueta impaciente y bajé sus pantalones para que pudiera poseerme sobre el escritorio Despejamos la mesa de todo documento de la reunión previa con un manotazo y nos tumbamos deseados uno del otro Yo tomé la iniciativa, mostrando mi autoridad tanto en el trabajo como en nuestra relación Mi posición dominante y su actitud sumisa se materializaban claramente Una vez sobre la mesa, me senté sobre su entrepierna para tomar el control La excitación de estar en una situación prohibida acrecentaba nuestra pasión Después de abrir mis piernas, me dejé penetrar por completo por el excitado miembro de Jorge Cabalgué sobre él, sintiendo el placer de cada movimiento Intentábamos mantener la discreción, pero a veces resultaba difícil contener los gemidos Finalmente, ambos alcanzamos un intenso orgasmo al unísono, experimentando juntos un placer indescriptible Tras el encuentro pasional, retomamos impasibles nuestra normalidad, deseando conservar nuestro secreto compartido Jorge abandonó con naturalidad el despacho con una carpeta, mientras yo ansiaba una próxima oportunidad para repetir la experiencia